Tras el paso por una cirugía de circuncisión, al principio, a corto plazo suele inflamarse el pene en general, siendo mayor la inflamación en la zona de la incisión. El médico o enfermera suele recomendar que tras un tiempo, se aconseja situar el pene hacia arriba (mirando hacia el ombligo), para así mantener la inflamación estabilizada y que no vaya a más.
También es muy probable que aparezcan morados y la zona de los puntos permanezca muy débil y muy sensible, pero poco a poco va mejorando; siempre se aconseja un seguimiento por parte de enfermería de la evolución y curas tras la cirugía para llevar un control y son ellos los que aconsejan cómo realizar las curas y todo. Es importante llevar una higiene estricta para que con ello, el resultado, una vez pasado el tiempo de recuperación y de cicatrización (depende el caso y como cicatrice la piel de cada chico...), pero el resultado suele ser bueno y sin complicaciones (la zona del frenillo es la que cuesta un poco más de evolucionar).
Las técnicas quirúrgicas actuales que los profesionales llevan a cabo para realizar la circuncisión son muy novedosas y es una cirugía que lleva muchísimos años realizándose, por lo tanto, pienso que está muy normalizado y actualmente es importante saber que la técnica ha ido perfeccionándose.
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