miércoles, 5 de noviembre de 2014

TENGO QUE OPERAR A MI HIJO DE FIMOSIS

Llegados a este momento, en el que los padres, pueden llegar a pensar, ¿habrán problemas? y luego... ¿qué? menudo trance que tiene que pasar mi hijo... ¿le dolerá? ¿será peor?


En mi opinión, creo que hay que la operación de fimosis no se debe hacer "así porque sí", creo que deben existir motivos suficientes para tener que realizarla (los que lo valoran, son los facultativos) y en sí, la cirugía no tiene mucha complicación, pero tras la operación, en los cuidados del post-operatorio, hay que llevar muchísimo cuidado e higiene con las curas, la limpieza... y al principio la hipersensibilidad de la zona del glande.

Actualmente se suele realizar la circuncisión completa, es decir, la eliminación total del prepucio y también del frenillo, quedando el glande siempre al descubierto, y sin frenillo.

En cambio la circuncisión parcial, que deja una parte del prepucio, puede llegar a dar problemas con el paso del tiempo, y hay veces que hay que volver a pasar por quirófano incluso.

Me gustaría hacer un inciso, ya que creo que es muy importante, en caso de que los padres junto al pediatra, hayan tomado la decisión de operar al niño de fimosis; tanto antes, como después, explicarle de la mejor forma posible al niño lo que le han hecho, el por qué, y que el niño sepa a razón de porqué le han quitado el prepucio. Personalmente pienso que es importantísimo que el niño conozca su problema y el motivo por el cual ha sido operado. En mi caso no fue así, y me creo incluso complejo y sentirme un niño raro en la época escolar, ya que era el único niño circuncidado de clase y habían comentarios en el vestuario, después de la clase de Educación Física, entre algunos compañeros que decían "mira, le han quitado un trozo de piel, lo tiene todo fuera", y me llegó a crear complejo e inseguridades.





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